El viernes 14 de febrero, durante mi colaboración semanal en el programa
"Galicia por diante" que dirige Kiko Novoa, tuve un momento para una íntima
reflexión.
Mientras recibía las llamadas de los oyentes solicitando
remedios o consejos para sus múltiples dolencias, me pregunté a mi mismo, en el
silencio de la cabina:
“¿Te das cuenta del poder de las palabras?
¿Eres consciente del sufrimiento de los que llaman?
¿Tienes presente tu responsabilidad y las consecuencias de tus respuestas?”
Dar consejos a los afligidos supone “empatizar” con sus emociones y prestar
suma atención a los comentarios propios emitidos.
Una palabra o un silencio pueden dar luz u oscuridad al que espera impaciente
una solución o consuelo. Aunque sea por algo tan simple como un acné, unos
gases molestos o un dolor de cabeza.
Lo mismo siento en mi colaboración desde hace dieciséis años en el programa
"Milenio" de Antón Rebollido o en los veintiséis que llevo
en Radio Pontevedra los miércoles al mediodía.
Las palabras que salgan de nuestras bocas deben ser para iluminar, consolar,
agradecer o apoyar. Para el odio, la ira, los celos o el fanatismo lo mejor es
el silencio. Si no alimentamos los venenos estos se disolverán en el caldo
cuántico de la Vacuidad.
Creer o no creer no es el problema. Amar o no amar es la verdadera cuestión. Y
estar presentes en ello es el sendero hacia el cambio de este paradigma
ilusorio que nos recrea en esta existencia interconectada con el infinito que
nos entrelaza.
(La foto es una selfi o autofoto realizada en la
delegación de la Radio
Galega en Vigo).
8 comentarios:
Javier, admiro el don que tienes para llevar el mensaje divino. Gracias por compartir tus reflexiones.
Que tus dias esten siempre llenos de luz y de amor.
Un abrazo desde Puerto Rico.
Mara
Gracias, Mara. Mis mejores deseos también para ti y todo Puerto Rico.
Un fuerte abrazo.
Javier.
Mi querido y admirado hermano Javier.
Que decir??
Fabuloso, como todo lo tuyo.
" Y el Verbo se hizo carme y habito entre nosotros".
Gran abrazo!!!
Los oyentes quedarán más que satisfechos con tus palabras, no me cabe la menor duda.
Estupenda reflexión y un abrazo campeón.
Qué entrada tan bonita y tan sabia
Las palabras pueden ser dagas cortantes o caricias
Con las palabras se desatan odios y guerras o amores y paz.
Y muchos no somos totalmente conscientes, del poder que tienen
Besossss Javier y lindo finde!
Gracias, mi querido y admirado Ricardo. Un abrazo enorme.
Besos, querida Gizz. ¡Gracias!
Gracias, querido Salva.
Un abrazo muy grande.
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