miércoles, 23 de marzo de 2011

"LOS TRES VIAJEROS".

Estaban tres hombres sentados en la estación de tren, sumidos en silencio, en íntimas reflexiones. El tren se retrasa y dos de ellos entablan una amistosa conversación para matar el tiempo. Hablan del terremoto de Japón, de la dificultad de comunicarse en un mundo paradójicamente interactivo. Al rato se les une un tercer interlocutor que, absorto, escucha tan singular charla. Los tres comparten el dolor del sufrimiento humano y de la precaria seguridad de la vida. Platican sobre la "solidaridad", "la bondad", "la compasión" y "la fraternidad", como fundamentos necesarios de una sociedad "más justa y humana". Fluye entre ellos una mágica y universal unión espiritual.
Pero de pronto, el mayor de los tres, pone especial énfasis sobre la intolerancia en todos los ámbitos sociales: "que si el velo islámico pone al descubierto la verdadera intolerancia de occidente" (apostilla); "pues la prohibición de la cruz cristiana en organismos públicos en Europa es un acto de intolerancia histórica y de agravio comparativo frente a otras religiones" (asevera el más joven de los contertulios); "¿y donde ubicanos a los paganos, o a los budistas, aquellos que no son monoteístas o ni siquiera teístas?" (inquiere el tercero). Como una marea negra la conversación, que fluía armoniosamente, comienza a derivar hacia posiciones "defensivas": El cristiano, el musulmán y el budista se atrincheran en sus posiciones para defender "su" verdad. Y la Verdad, de puntillas y en silencio, se aleja del grupo junto al tren, que llegó y partió sin ellos, absortos como estaban en la discusión. El convoy se pierde en la distancia mientras los tres siguen enfrascados en sus respectivas posiciones ideológicas y confesionales.
(Relato de Javier Akerman, extraído del libro de cuentos de próxima publicación: "Somos nada... y ya es mucho").
(Amigo lector: Si te identificas con alguno de los tres, o incluso si crees que alguno de ellos no se pondría en actitud "defensiva"... tu "yo" te está ofreciendo una visión errónea de la realidad. ¿Eres "sujeto" o "concepto", cuando analizas y reflexionas sobre este post? ¿Desde donde te posicionas? ¿Quién reflexiona?).

lunes, 14 de marzo de 2011

OREMOS POR JAPÓN.


He estado alejado de mis blogs por mucha carga de trabajo. Regreso ahora de forma habitual para ir contestando a vuestros comentarios antiguos de otras entradas, uno a uno, como siempre hago, además de visitar vuestros blogs. Pero creo que hay un tema prioritario que nos incumbe a todos: El terremoto en Japón. Oremos por nuestros hermanos japoneses. Muchas veces queremos buscar explicaciones a estos desastres, indagamos y elucubramos acerca de los “porqués”. Pero en estos trágicos momentos solamente oremos, estemos unidos clamando por las familias japonesas. Debemos orar por todos los afectados, por los supervivientes que sufren esta tragedia de tal envergadura. Una oración común, ya seas cristiano, budista, musulmán, agnóstico o ateo. No se trata de que tengas que “creer para orar”, se trata de “orar para sentir la compasión en nuestro Ser”. Desde el corazón pidamos para todos ellos consuelo y paz. Y ayudemos también, desde nuestras posibilidades, con cualquier aportación económica. Es un deber moral, como seres humanos unidos en el dolor de un pueblo. Meditemos sobre esta tragedia, para hacernos más humildes, más solidarios y mejores personas: ¡Japón somos todos!

El siguiente organismo ha comenzado a aceptar donativos destinados para la ayuda a las áreas damnificadas por el terremoto y tsunami de la región de Tohoku y costa del Pacífico ocurrido el pasado 11 de marzo.

Cruz Roja Española: http://www.cruzroja.es/pls/portal30/portal.donante.donativo