La ética budista no está basada en la obediencia a leyes ni tampoco meramente en tratar de evitar lastimar a otros “porque así lo manda tal o cual texto sagrado”. De acuerdo con el budismo, la base para ser una persona ética es evitar las acciones motivadas por deseos anhelantes, enojo o ingenuidad y asimismo, tener una conciencia discriminatoria correcta para evitar consecuencias negativas para nosotros o para los demás. Esta última se refiere a la habilidad de discriminar entre las motivaciones y acciones constructivas de las destructivas. Aquí, el comportamiento y las motivaciones constructivas y destructivas se refieren a aquellas que desarrollan tendencias y hábitos en nuestro continuo mental y que en algún momento futuro serán la causa de que experimentemos felicidad o sufrimiento como sus consecuencias. Nadie ha inventado las reglas de lo que es constructivo y de lo que es destructivo, el que algunas acciones causen sufrimiento y otras no, es tan sólo la manera natural en la que funciona el universo. Por ejemplo, si metemos la mano al fuego, nos vamos a quemar y nos dolerá. Esa es una acción destructiva ¿verdad? Nadie inventó esa regla, es sólo la manera natural en que son las cosas. Así que si alguien quiere meter su mano en el fuego, eso no lo hace ser mala persona. Quizá lo haga ser un tonto o una persona que no entiende la causa y el efecto, pero ciertamente no lo hace una “mala” persona. La esencia de la ética budista es, entonces, tratar de entender qué tipos de motivaciones y de comportamientos son destructivos y cuáles son constructivos. En otras palabras, necesitamos aprender a discriminar entre lo que nos causará infelicidad y lo que nos traerá felicidad. Nuevamente, depende de nosotros, es nuestra responsabilidad lo que experimentaremos en el futuro. Por ejemplo, es como cuando aprendemos los riesgos de fumar y depende de nosotros si fumamos o no. Si alguien actúa destructivamente y se causa daño a si mismo, será un objeto apropiado de compasión. Es inapropiado menospreciarlos moralistamente y tenerles lástima. Esa no es una actitud budista.
Es triste que no entiendan la realidad. El budismo tiene esta misma aproximación en la ética sexual, no es censuradora. Ciertos tipos de motivaciones y comportamientos sexuales son destructivos y nos causan infelicidad, mientras que otros son constructivos y nos traen felicidad. Una vez más, depende de nosotros. Si queremos tener muchos problemas por nuestro comportamiento sexual, adelante, complazcamos nuestros caprichos, pero si no queremos tener problemas, entonces hay ciertas cosas que necesitaremos evitar. Podemos entender la diferencia de manera sencilla con el siguiente ejemplo: Si queremos tener relaciones sexuales sin protección es definitivamente absurdo, ya que corremos el riesgo de infectarnos con SIDA o de infectar a otras personas causando sufrimiento con este acto. Sin embargo, eso no nos hace ser una mala persona, es nuestra elección. ¿Lo ven? es una actitud bastante diferente hacia el sexo, esa es la clave al entendimiento de la aproximación budista. Somos responsables de nuestras acciones y las consecuencias de estos actos son las que determinan lo “correcto” de lo “incorrecto”, no un mandato divino, político o moral.
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