lunes, 28 de septiembre de 2009

LA ÉTICA BUDISTA NO ES "CENSURADORA".



La ética budista no está basada en la obediencia a leyes ni tampoco meramente en tratar de evitar lastimar a otros “porque así lo manda tal o cual texto sagrado”. De acuerdo con el budismo, la base para ser una persona ética es evitar las acciones motivadas por deseos anhelantes, enojo o ingenuidad y asimismo, tener una conciencia discriminatoria correcta para evitar consecuencias negativas para nosotros o para los demás. Esta última se refiere a la habilidad de discriminar entre las motivaciones y acciones constructivas de las destructivas. Aquí, el comportamiento y las motivaciones constructivas y destructivas se refieren a aquellas que desarrollan tendencias y hábitos en nuestro continuo mental y que en algún momento futuro serán la causa de que experimentemos felicidad o sufrimiento como sus consecuencias. Nadie ha inventado las reglas de lo que es constructivo y de lo que es destructivo, el que algunas acciones causen sufrimiento y otras no, es tan sólo la manera natural en la que funciona el universo. Por ejemplo, si metemos la mano al fuego, nos vamos a quemar y nos dolerá. Esa es una acción destructiva ¿verdad? Nadie inventó esa regla, es sólo la manera natural en que son las cosas. Así que si alguien quiere meter su mano en el fuego, eso no lo hace ser mala persona. Quizá lo haga ser un tonto o una persona que no entiende la causa y el efecto, pero ciertamente no lo hace una “mala” persona. La esencia de la ética budista es, entonces, tratar de entender qué tipos de motivaciones y de comportamientos son destructivos y cuáles son constructivos. En otras palabras, necesitamos aprender a discriminar entre lo que nos causará infelicidad y lo que nos traerá felicidad. Nuevamente, depende de nosotros, es nuestra responsabilidad lo que experimentaremos en el futuro. Por ejemplo, es como cuando aprendemos los riesgos de fumar y depende de nosotros si fumamos o no. Si alguien actúa destructivamente y se causa daño a si mismo, será un objeto apropiado de compasión. Es inapropiado menospreciarlos moralistamente y tenerles lástima. Esa no es una actitud budista.

Es triste que no entiendan la realidad. El budismo tiene esta misma aproximación en la ética sexual, no es censuradora. Ciertos tipos de motivaciones y comportamientos sexuales son destructivos y nos causan infelicidad, mientras que otros son constructivos y nos traen felicidad. Una vez más, depende de nosotros. Si queremos tener muchos problemas por nuestro comportamiento sexual, adelante, complazcamos nuestros caprichos, pero si no queremos tener problemas, entonces hay ciertas cosas que necesitaremos evitar. Podemos entender la diferencia de manera sencilla con el siguiente ejemplo: Si queremos tener relaciones sexuales sin protección es definitivamente absurdo, ya que corremos el riesgo de infectarnos con SIDA o de infectar a otras personas causando sufrimiento con este acto. Sin embargo, eso no nos hace ser una mala persona, es nuestra elección. ¿Lo ven? es una actitud bastante diferente hacia el sexo, esa es la clave al entendimiento de la aproximación budista. Somos responsables de nuestras acciones y las consecuencias de estos actos son las que determinan lo “correcto” de lo “incorrecto”, no un mandato divino, político o moral.

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martes, 22 de septiembre de 2009

EL BUDISMO, ¿UNA RELIGIÓN ATEA?


Buda nunca prohibió la adoración de dioses hindúes o a cualquier Dios. "El Buda mismo había tenido conversaciones con dioses hindúes como en el Sakkasamyutta y Vanasamyutta", señala el historiador Dr. De Zoysa. Para el Buda, no importa si alguien adora a Dios siempre que dicha creencia, religión o fe no haga daño a nadie ni a la sociedad y siempre que siga el Dharma, o el código de la vida virtuosa, afirma el investigador Dr. Weeraratne. Muchos budistas contemporáneos, como el maestro vietnamita Thich Nhat Hanh, incluso tienen en su altar una imagen de Jesucristo junto a la de Buda. El problema no es creer o no creer, pues aferrarse a alguna de esas definiciones genera apego y sufrimiento. Buda no estaba contento con la manera en que los brahmanes manipulaban las ideas teístas para satisfacer sus intereses. A través de su control sobre las prácticas de las religiones, especialmente los ritos de sacrificio, los brahmanes mejoraban su estatus social y su poder a expensas de las masas. Desde el comienzo mismo, el Buda considera esta situación insatisfactoria e injusta. Pensaba que la religión teísta permitía a los brahmanes explotar al pueblo a través del sistema de castas, en particular. Definir el budismo como una religión “atea” es entrar en polaridades, en definiciones que nos alejan de la esencia y el fin mismo del budismo. El Buda dice: "Llevados por el miedo los hombres van a las montañas sagradas, los bosques sagrados, árboles sagrados y santuarios. Dhammapada 188". El Buda nos enseñó a tratar de comprender nuestros miedos, disminuir nuestros deseos con calma y aceptar las cosas que no podemos cambiar. Reemplazó el miedo, no con creencias irracionales, sino con la comprensión racional. El budismo no te fuerza a creer en “algo” sino a que tú mismo puedas comprobar la veracidad de dichas afirmaciones. Basándose en su propia experiencia, el Buda vio que cada ser humano tenía la capacidad de purificar la mente, desarrollar amor infinito, compasión y comprensión. Cambió la atención “de los cielos” y nos centró en el corazón, animándonos a encontrar soluciones a nuestros problemas a través de la auto-comprensión, sin dependencias.

El budismo enseña que el foco de nuestra atención no debe ser un dios imaginario y la especulación sin sentido acerca de lo que Dios hizo en el pasado y lo que hará en el futuro. En cambio, el budismo es inmensamente más pragmático. Nos enseña a centrar nuestra atención en nosotros mismos para determinar cuál es la causa de nuestras penas y del dolor y encontrar la manera de liberarnos de ellos. Estas enseñanzas están encerradas en las Cuatro Nobles Verdades.

El budismo nunca se podrá posicionar “contra” nadie. Muchos creyentes de otras religiones han encontrado en el budismo un camino ecuménico que ha reforzado de forma más amplia y tolerante sus respectivas creencias. El budismo es una puerta abierta que tiene mucho que enseñar y ofrecer a esta sociedad intolerante, injusta, fanática y violenta.

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lunes, 14 de septiembre de 2009

ACTIVIDADES DEL MES DE OCTUBRE EN VIGO (ESPAÑA).



RETIRO CON EL MAESTRO ZEN DOKUSHÔ VILLALBA

Los próximos días 16, 17 y 18 de octubre el maestro Zen Dokushô Villalba impartirá el “Genzô-e”, enseñanzas sobre el Shôbôgenzô, del Maestro Dôgen Zenji, en la Casa de Retiros de las Hermanas Apostólicas (Ramallosa, Nigrán – Pontevedra). Este seminario teórico-práctico está dirigido tanto a los que desean iniciarse en la Vía del Zen, como a los que quieren profundizar en esta tradición espiritual.

Si estás interesado en asistir, puedes inscribirte contactando con:

Grupo Zen de Tui

Tel 630 747 188

c-e grupozentui@gmail.com


CONFERENCIA DEL MAESTRO BUDISTA SOGYAL RINPOCHÉ

El 14 de octubre dará una conferencia en Vigo el maestro tibetano Sogyal Rinpoché, a las 20:00 h en Cine Salesianos (c/ Venezuela, 3 de Vigo). Entrada a partir de las 19:30 h y venta de entradas a las 18:00 h (entrada 12 €).

www.rigpa-spain.org

Colabora: “Casa del Tíbet”.

Inscripciones por teléfono llamando al 600 01 84 43 / 986 12 90 55.

jueves, 3 de septiembre de 2009

UN CLÁSICO ZEN: "LAS PUERTAS DEL CIELO".

Un samurai fue a ver al Maestro Zen Hakuin y le preguntó: "¿Existe el infierno? ¿Existe el cielo? ¿Dónde están las puertas que llevan a ellos ? ¿Por dónde puedo entrar?
Era un guerrero sencillo. Los guerreros siempre son sencillos, sin astucia en sus mentes, sin matemáticas. Sólo conocen dos cosas: La vida y la muerte. El no había venido a aprender ninguna doctrina; solo quería saber donde estaban las puertas, para poder evitar el infierno y entrar en el cielo.

Hakuin le respondió de una manera que sólo un guerrero podía haber entendido.
¿Quién eres?", le preguntó Hakuin.
"Soy un samurai, le respondió el guerrero, hasta el emperador me respeta".
Hakuin se rio y contestó "¿Un Samurai, tú?. Pareces un mendigo".
El orgullo del samurai se sintió herido y olvidó para que había venido. Sacó su espada y ya estaba a punto de matar a Hakuin cuando éste dijo:
"Esta es la puerta del infierno. Esta espada, esta ira, este ego, te abren la puerta".
Esto es lo que un guerrero puede comprender. Inmediatamente el samurai entendió. Puso de nuevo la espada en su cinto y Hakuin dijo: "Aquí se abren las puertas del cielo.
La mente es el cielo, la mente es el infierno y la mente tiene tiene la capacidad de convertirse en cualquiera de ellos. Pero la gente sigue pensando que existen en alguna parte, fuera de ellos mismos... El cielo y el infierno no están al final de la vida, están aquí y ahora. A cada momento las puertas se abren... en un segundo se puede ir del cielo al infierno, del infierno al cielo".

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