viernes, 28 de marzo de 2014

DEDICATORIA DE MÉRITOS

El concepto tibetano de “merito” poco tiene que ver con lo que conocemos en occidente, centrado más en los logros del “yo”.
En el yoga tibetano se entiende el mérito  como “potencial positivo”, es decir, lo que surge como consecuencia de ser, sentir, actuar y compartir de forma constructiva por y para los demás, pero sin olvidarse de uno mismo.
Desde el punto de vista budista, la felicidad es el resultado de los potenciales positivos que hemos ido desarrollando por análisis, práctica y comprensión.
El budismo y el yoga dejan bien claro que nuestra naturaleza búdica está ahí, ya contamos con un inmanente “potencial positivo de méritos”: Es nuestro “capital bancario espiritual infinito”.
El acto de “dedicar los méritos” que obtuvimos durante una clase o práctica yóguica, meditativa, laica o profana en nuestra vida diaria, conlleva una intención simple pero poderosa en su fondo: “Que todos los seres sean felices”.
Con la dedicatoria de méritos lo que promovemos es vivir y “mover” la experiencia en nuestro ser para aliviar el sufrimiento de los demás y encender luminarias de compasión en el corazón puro (“dorjé”) de todos los seres, a la vez que lo hacemos en nosotros, pues… no hay separación.
En nuestra Escuela de Yoga Tibetano (Jamyang Yoga) recitamos las siguientes afirmaciones de “méritos” y la “intención auspiciosa” al final de cada práctica de yoga o de meditación. Son el “mudra” (sello espiritual) de nuestro entrenamiento final.
Mi maestro Tulku Tsering me lo enseñó hace más de treinta años:

GRACIAS POR ESTAR AQUÍ
GRACIAS POR APRENDER Y PRACTICAR
GRACIAS A QUE LO APRENDIDO Y PRACTICADO SEA EN BENEFICIO DE MI MISMO, PERO SOBRE TODO Y POR ENCIMA DE TODO QUE SEA COMPARTIDO EN BENEFICIO DE TODOS LOS SERES SINTIENTES.

ME COMPROMETO DESDE ESTA CLASE A LA SIGUIENTE:

A QUE CON TODO SER SINTIENTE QUE SE ENCUENTRE CONMIGO,
QUE LE VEA O ME VEA,
QUE PIENSE EN MI O PIENSE EN ÉL,
QUE LE HABLE O ME HABLE,
QUE LE TOQUE O ME TOQUE…
QUE SEA LIBERADO DEL SUFRIMIENTO.

TASHÍ DELÉK

domingo, 16 de marzo de 2014

ÁFRICA: LA ESPIRITUALIDAD OLVIDADA

Con Mamme Mariemma Seye. 1995. 

La fuente de la sabiduría espiritual está en todas partes, late en cada ser humano y no solo se manifiesta en Oriente o en los antiguos filósofos griegos. 
África es el continente olvidado. Sufre el estigma de artificiales arquetipos encorsetados que nos han hecho ver a este hermoso paraíso multicultural como el “exótico país de los negritos del Colacao”, de la explotación material de si riqueza por parte de los “blanquitos” y el menosprecio espiritual de los “sabios racionalistas”. Menos mal que han nacido Nelson Manela y Desmond Tutu, entre otros muchos y anónimos maestros iluminadores. 
Esta entrada solo pretende mostrar un pequeño vislumbre de la inmensa y perenne sabiduría espiritual y universal que corre por las venas de África, en donde tuve la inmensa suerte de haber estado y convivido con su noble gente, hace más de veinte años. 
Leamos con atención estos trocitos de su inconmensurable sabiduría. 

“El ser fue inicialmente mineral, luego vegetal y por último animal. 
Este ser híbrido reúne los tres reinos, cuya culminación es el hombre. Él significa la unidad”. (Tradición africana). 
“Si comes el fruto de un árbol alto, no te olvides de darle gracias al viento”. (Tradición bariba, Bénin). 
“En el universo y en cualquier ámbito, todo es vibración. Solo la diferencia de velocidad entre esas vibraciones nos impiden ver lo invisible” (Tierno Bokar). 
“El Ser Supremo cumplió su gran obra de la creación multiplicando su persona sin perder nada de si. Animó a todas las cosas dándoles energía". (Cosmogonía bantú). 

“El universo no es pasivo ni estático, sino un conjunto dinámico cuyo equilibrio se debe a la oposición de elementos contrarios y emparejados". (Tradición bantú). 
“Escucha más a menudo a las cosas que a los seres: La voz del fuego se oye… oye la voz del agua; escucha en el viento a la maleza que solloza. Es el aliento de los antepasados”. (Birago Diop). 
“Percibamos en cualquier gesto una creación que nos expresa”. (Antigua tradición africana). 
“El hombre, por más alto que sea, no puede ser más alto que su sombrero”. (Titinga). 
Yo solo puedo decir, “amén”, y quedarme absorto y maravillado ante esos pueblos ancestrales y su cultura.
Abramos la mente y el corazón sin soberbia ni vanidad. (Releamos el dicho de Titinga sobre el sombrero). 
Feliz semana a todos. Muchas bendiciones.
(Foto con la "mujer sabia" Mame Mariemma Seye, en Senegal). ¡Gracias, Mamme!

viernes, 7 de marzo de 2014

SEMILLAS DE CIZAÑA, SEMILLAS DE LUZ

Alumnos de Yoga Tibetano
Muchas veces nos preguntamos acerca del “sentido” o “motivo” de ciertos actos o comportamientos absurdos y violentos.
Diseccionando esas conductas, emulando a un forense atento e imparcial, he ido encontrando algunas respuestas que adquieren algún significado para mi, pero no es mi intención generalizar dichas respuestas, pues cada uno vive su experiencia. 
Hablamos del “bullyng” (acoso escolar), de la violencia doméstica, las provocaciones pandilleras, el “coding” (neologismo que he creado para las personas que “no se apartan un ápice ante el encuentro con un semejante que viene de frente, en calles o supermercados”), los “troll” (dice acertadamente Wikipedia que “en la jerga de Internet, un troll o "trol" describe a una persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, como un foro de discusión, sala de chat o blog, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional en los usuarios y lectores, con fines diversos y de diversión o, de otra manera, alterar la conversación normal en un tema de discusión, logrando que los mismos usuarios se enfaden y se enfrenten entre sí”)… y así hasta un extenso muestrario de “lo absurdo”, que invade y vigila nuestras vidas.
¿Cuál es el razonamiento de esas personas que se escudan detrás de esas acciones?
¿Cómo piensa y vive sus emociones un acosador, un “troll” o un gamberro?
Escribo esta entrada tras escuchar a un buen amigo mío que regresaba a su casa una noche y se encontró cerca de su portal a tres “aguerridos” y agresivos mozalbetes, con rostros burlones y que sin mediar palabra le insultaron y provocaron porque no tenían otra cosa con la que matar el tiempo. Y en el bar de la esquina que frecuenta nadie le “echó una mano”;  además lo miraron con “afligida pena” y conmiseración. ¡Incluso puede que pensaran que fue un cobarde! Este hombre, trabajador y excelente persona, es un comprometido voluntario en una organización laica en la que presta sus servicios asistenciales para integrar a personas en riesgo de exclusión social y a inmigrantes latinoamericanos… como los jovenzuelos que le vejaron de forma absurda (que bien podrían haber sido españoles o de cualquier otro país).
¿Qué enseñanza podemos sacar de todo esto?
Mi buen amigo a punto estuvo de abandonar su labor voluntaria y solidaria, herido en su dignidad e incomprendido en su “comunidad”.
¿Respetaríamos mejor quizá a un “Harry El Sucio”, con su Mágnum 44 apretado con ira en su mano en lugar de la Compasión Infinita que late en el corazón de un buen hombre desarmado de ego?
El camino del Buda o de Cristo no es fácil de seguir. No ofrece generalmente gratificaciones inmediatas. Este sendero nos obliga a sepa

rarnos de los actos y de las personas para evaluarlo todo sin injerencias ni prejuicios, con atención plena.
Las emociones que surgen ante esas situaciones son un motivo para llegar a conocernos mejor.
Nuestra respuesta ante esos actos “absurdos” va a sembrar semillas de cizaña o semillas de luz, según sean nuestras reacciones.
Con ello va a germinar y crecer el fruto de la compasión o un venenoso fruto tóxico, según sea la naturaleza de nuestro comportamiento.
“Cómete” la ira que seguramente temblará dentro de ti y… respira.
Estás en el Samsara, en el Valle de Lágrimas, en el mundo de las falsas ilusiones. Este mundo está gobernado por “Mara” (la “medidora”), que ciega los ojos del provocador y del provocado.
Pero esto no significa que no debas reaccionar ante la injusticia si te agraden o cierran el paso unos chicos que tienen tras de si una historia y su propio Calvario personal, probablemente. Ellos están labrándose su destino, no lo dudes.
Si puedes evítalos, escapa o huye, pues la dignidad no se mide en disparos, golpes o “violencia justa”.
Es mejor que te consideren un cobarde que una “nodriza” que alimenta su ira con tu ira.
Si tienes que defenderte no lo hagas con ánimo de venganza, si puedes.
Los pensamientos, las palabras, las acciones y las emociones son semillas.

Seamos agricultores de Paz para no tener que ser recolectores de Guerra.

domingo, 2 de marzo de 2014

RAZONES ESPIRITUALES PARA LA "SIN RAZÓN"

“Uganda ya tiene presuntamente la primera víctima tras la aprobación de una ley que condenará a los homosexuales a la pena de cadena perpetua, además conllevará la ejecución de los activistas que intentan luchar por los derechos de la comunidad homosexual que a día de hoy está viviendo la peor vuelta a una homofobia, que se creía haber superado”. http://www.actualyciencia.es/un-homosexual-es-quemado-vivo-en-uganda-tras-la-entrada-en-vigor-de-la-ley-antigay/
Algunos dicen que el hombre era gay, otros dicen que era un ladrón. Algunos medios de comunicación informaron que esta acción se llevó a cabo en Uganda, los demás dicen que en Nigeria. 
A mi me da igual, incluso aunque sea un fotomontaje, un viral o un “hoax”, pues la auténtica verdad es que ambos países tienen importantes apoyos entre la población que creen que los homosexuales deben ser ejecutados y los ladrones deben tener sus extremidades amputadas. 
Pero no hay que mirar a África para asombrarse de la sinrazón. 
En Arizona (EUA/USA) van a aprobar una “ley” que permitirá por motivos de “libertad religiosa” que “policías no ayuden a víctimas gays porque sus creencias religiosas no se lo permiten, o que en bares y locales públicos se pueda negar a servirles por la “libertad religiosa” del camarero o dueño del establecimiento, o que taxistas puedan negarse a llevarles”. 
Y lo más alucinante es que incluso médicos y sanitarios se puedan negar a atenderles, incluso en peligro de muerte, por su “libertad religiosa”.
Este es el camino de la oscuridad y de la autodestrucción. 
¿Dónde están la compasión, el amor, la tolerancia y el perdón que son la quintaesencia del verdadero camino espiritual o del laicismo “espiritualmente lúcido”? ¿Qué diferencia hay entre un gay, un heterosexual, un creyente, un ateo o un simple ser humano confuso y cansado de tanta injusticia? 
¿Cómo pueden arrogarse “autoridad” un imán, un sacerdote, un pastor o un político para ratificar “leyes” aberrantes como las mencionadas? 
¿O incluso un pueblo que apruebe tales abominaciones? 
En Europa podemos rebuscar en el pasado reciente acciones similares. 
¿Admiramos o en todo caso toleramos a los corruptos políticos y empresarios que empobrecen nuestras vidas mientras ellos engordan sus paraísos fiscales? 
¿Y hacemos la “vista gorda” ante quienes deberíamos defender con “razones y acciones” por tanta injusticia, vergüenza y fanatismo que sufren? 
No mires sólo a Uganda, mira a tu vecino, a tu ciudad, a tu comunidad… a tu país. 
Y por encima de los prejuicios ciegos que puedas aún tener defiende al que sufre, al pobre, al humillado, al “diferente” (¿?), al gay, al desahuciado, al engañado, al explotado… a tu hermano. Porque “ese otro” eres “tu mismo”, es un reflejo de tu verdadera esencia entrelazada con la unidad esencial que subyace detrás de las falsas ilusiones. 
Si te deshaces de esos “prejuicios ilusorios” serás un “creador-obrero” que ayude a construir un mundo de luz y respeto. Sólo así podrás definirte como budista, cristiano, musulmán, ateo o como quieras en tu libertad "etiquetarte".