lunes, 21 de abril de 2014

¿CUAL ES LA MEJOR MEDITACIÓN?

Muchas personas me preguntan cual es a mi juicio la mejor meditación.
Otras ensalzan su propia técnica o escuela por encima de otros métodos.
Hay quienes son "aferradamente" practicantes de vipassana.
Otros "obstinadamente" zazen.
En la actualidad se ha puesto "de moda" el mindfulness.
Pero yo siempre contesto reiteradamente que la mejor meditación ES LA QUE SE PRACTICA DIARIAMENTE. Y la peor... la que no se hace.
En todo caso aconsejo:
- No buscar resultados inmediatos; o mejor aún: no buscar nada, simplemente meditar.
- Trasladar el acto de meditar a las actividades cotidianas, manteniendo observación, presencia, vigilancia y atención en todo lo que hacemos, pero sin torturanos con la disciplina. Vayamos paso a paso, disfrutando en el proceso. De lo contrario podemos convertir la meditación es una obligación rígida.
- Respira y observa el mismo acto de respirar. Traslada tu atención a la respiración de vez en cuando, a lo largo del día.  
 Feliz semana. Muchas bendiciones.

martes, 15 de abril de 2014

DECIR NO CON COMPASIÓN.

¿Estás cansado? Descansa. Eso no significa holgazanear o rehuir de los compromisos. Presta atención a tu cuerpo y a tu mente, para poder atender lo que la vida y la gente te pide, pleno de energía y motivación.
Nadie conoce mejor que tu si eres un Asterix bebiendo su pócima mágica o un Supermán que se ha quedado exhausto al tocar la "criptonita". 
No vayas más allá de tus límites, pues los demás probablemente solo conozcan su propia necesidad y no tu esencial capacidad. 
El camino espiritual no es sinónimo de martirio o de que te conviertas en un esclavo de las exigencias de los que te rodean. El esclavo sumiso refuerza la conducta del amo. 
Un profesor mío de teología decía que los "mártires solo son un buen bocado para los leones hambrientos"
Usa la inteligencia, como el Buda aconsejó y no te dejes llevar exclusivamente por el corazón. No caigas en el error de querer complacer a todo el mundo porque "el mundo acabará por exigirte más de lo que puedas dar". 
Dí, "lo siento, hoy no". O "quiero, pero no debo o no puedo". Nadie debe juzgarte si en tu "pedigree" o historia personal has demostrado con creces que siempre has estado ahí cuando te necesitaron. 
Y si a alguien le parece mal probablemente ha proyectado en ti su propio ego y oscurecimiento egoísta. No caigas en la trampa del "bueno" sino del "justo" que se abre a la compasión redimiendo comportamientos que no supone decir sí a todo y a todos. 
No te pongas por encima de nadie, no critiques, no te alabes, pero cuando lo creas conveniente entra en tu morada de silencio y respira. No señales a nadie como causa de tu fatiga, pero recupera tu fuerza vital. 
Estar bien es un deber, una disciplina (Sila), pues a través de ella permanecerás en el Dharmata, observando tus actos y vigilando tu comportamiento y los resultados de los mismos. Enseña a vivir con compasión y justicia a través de ti mismo, no solo de tus palabras. Ese es uno de los caminos del bodhisattva. 
Feliz Semana Santa a todos. Que el Cristo sea símbolo de mensaje de entrega y no de contienda. Que el Buda sea tolerancia en el camino. 
Muchas bendiciones desde el corazón.

domingo, 13 de abril de 2014

SALUDO A LA LUNA TIBETANO (NAMKA DA UA).

Aquellos que estén familiarizados con la práctica del hatha yoga sabrán que el Saludo al Sol (Surya Namaskar) es una de las rutinas básicas, así como “Namka Dorjé” (Saludando al Sol-Cielo Diamantino) lo es en el Yoga Tibetano (Jamyang Yoga). 
Menos conocido es el “Saludo a la Luna” (Chandra Namaskar en sánscrito y Namka Da Ua(c) en tibetano). La energía del sol se considera masculina y la de la luna, femenina, pero sin diferencias de género o sexuales, son expresiones tradicionales que nunca deben deben entenderse literalmente como elementos inherentes y diferenciadores de “hombre y mujer”. 
Mientras que con el saludo al sol expresamos y potenciamos la energía "masculina", con el saludo a la luna hacemos lo propio con la "femenina", ambas polaridades de la misma unidad universal. 
Hay muchas variantes del saludo a la luna y a veces difieren bastante unas de otras. Hoy vamos a conocer una: la variante tibetana. 
Namka Da Ua(c) deriva de la práctica tradicional de la Heruka Ngondzog Gyalpo, que pertenecen a la profunda y secreta enseñanza anuttaratanrra, series secretas transmitidas de maestro a discípulo de forma personal y en plena comunión con la experiencia. 
En la sociedad actual todo es “instantáneo” y “virtual”, todo se busca y encuentra en el "guruGoogle", pero todavía persisten series y enseñanzas tradicionales en Tibet más allá del mundo interconectado. 
Un ejemplo de esto lo tenemos en la meditación “Karey Jega” o en las cuarenta series inéditas que mi maestro Tulku Tsering me transmitió y me enseñó hace años. Esta sencilla práctica conocida como “Namka Da Ua” es una de ellas, que en su sencillez transmite un profundo significado simbólico. Es, además, una excelente técnica de "meditación en movimiento". 
A mis alumnos de la Escuela Internacional de Yoga y Meditación "Lhakhang Gongpa" les aconsejo que repitan esta serie 7, 14, 21 o 28 veces (ciclos lunares). 
Hemos de aclarar que cuando hablamos de Yoga Tibetano estamos hablando de un amplísimo y poco conocido territorio. Yoga es la palabra sánscrita que en tibetano se define como Naljor (pronunciado nelyór). 
Yoga tiene el significado original de “Unión”, pero también podríamos traducirlo por “el conocimiento de lo primordial”. 
El verdadero significado de la palabra "naljor" sería pues descubrir nuestra verdadera condición. En la práctica del yoga tibetano “naljor” usamos el cuerpo, la voz y la mente. 
Saludar a la luna es reconciliarnos con nuestra naturaleza creativa, intima, interna, calmada, paciente, generosa y “nutricia”. Es (somos) la madre que se abre, acoge, cobija, calma y nutre. 
TÉCNICA:
PASO 1: Sentados sobre los talones formando en “Tashi delek”, comenzamos a INSPIRAR y….
PASO 2: elevamos los brazos y nos inclinamos hacia atrás con la mirada dirigida hacia la “luna” (que enmarcamos entre ambas manos abiertas). 
PASO 3: Nos inclinamos hacia adelante ESPIRANDO encorvando las cervicales y los hombros, con los ojos cerrados … y volvemos al PASO 1. 
PASO 4: Desde el Paso 1 pasamos al Paso 2 y después nos inclinamos hacia delante flexionándonos desde las vértebras torácicas y volvemos al Paso 1 INSPIRANDO.
PASO 5: INSPIRAMOS y nos elevamos al PASO 2; 
ESPIRAMOS y nos desplazamos al Paso 3, Paso 4 y finalmente al Paso 5, llevando la cabeza hacia el suelo, la punta de los dedos de las manos rozando la nariz y flexionados desde las vértebras lumbares. 
Soltamos todo el aire de los pulmones. 
Feliz semana a todos. ¡Muchas bendiciones!
(Nota aclaratoria: Esta fácil serie se compone también de combinaciones de mantras, tantras y mudras específicos).

viernes, 4 de abril de 2014

NO DESPERDICIARÉ MI TIEMPO...


La sociedad actual ha convertido el tiempo en un Ferrari: “Pasa veloz, todo el mundo lo anhela y pocos lo disfrutan”. 
Sin embargo hay otras formas en las que podemos mejorar nuestra inversión temporal. Podemos replantearnos la relación que tenemos con este dios “escurridizo y fugaz” y vivir con mayor atención y presencia, disfrutando de verdad, al sentirnos libres de ataduras egoístas, de oscurecidas emociones que nos encadenan al sufrimiento. 
El gran maestro espiritual Yogananda nos ofrece una clave esencial: 
“No desperdiciaré mi tiempo conversando acerca de las faltas de los demás.
Si me siento inclinado a disfrutar criticando a otros, divulgaré primeramente y en alta voz, mis propias faltas”.
Creo que este gran hombre iluminado nos habla al corazón si queremos escuchar sus consejos, con oídos humildes e impregnados de la sagrada intención de cambiar la oscuridad por la luz. 
“Observa tu alma y búscate sin descanso. Seguramente te has perdido buscando error en los otros”, escribió con acertada inspiración Nayeli Pellicer. 
Yo quiero invertir mi tiempo en sembrar semillas de compasión, para enterrar al mismo tiempo la simiente de la cizaña que haya podido ser fuente de dolor propio o ajeno. 
“Lo que siembres, cosecharás”, dijo Cristo, uniendo en tan pocas palabras la sabiduría eterna de la verdad. 
La práctica de perdonar a los demás crea un hábito que nos permite perdonar los sucesos de nuestro propio pasado, se puede leer en las escrituras del Sikhismo. 
Por eso “no desperdiciaré mi tiempo” en albergar resentimientos, masticar el veneno de la ira, escupir palabras hirientes, envidiar los méritos ajenos, perseguir el Becerro de Oro, hipotecarme en intereses mercenarios, reírme de la debilidad del otro o cerrar los ojos a la injusticia que "ilusoriamente" creo que no me afecta. 
Me propongo invertir mi tiempo en vivir con atención y gratitud cada instante de mi existencia, en hacerme cada día más consciente de mi responsabilidad con la humanidad, la tierra y el universo; en abrir mi corazón para que la compasión sea luz, camino y destino. 
¡Muchas bendiciones a todos!