1) Medita teniendo claro el pensamiento y el deseo del por qué y para qué realizas esta práctica. Todos los ejercicios son positivos si ponemos en ellos nuestra motivación y constancia.
2) Imagina que de cada poro de tu cuerpo sale un rayo de luz blanca, que se expande formando como una nube de luz clara y brillante que te rodea.
Repite mentalmente:
Rechazo de mi todo odio, envidia, ira o apego (reflexiona sobre ello un instante y después prosigue): Solamente acepto el Bien y el Amor para que me ayuden a liberar del sufrimiento a todos los seres sintientes. (Reflexiona también sobre esto y todas las implicaciones que conlleva).
Este ejercicio se puede realizar en cualquier momento y lugar. Sé constante, pues la meditación requiere de un aprendizaje y una disciplina.
(Foto: Carlos Bardón en el Centro de Técnicas Cuerpo Mente de Vigo).
7 comentarios:
Hola: muy bueno el ejercicio que aqui nos cuentas. Tengo que ponerme en eso. Tengo pendiente acudir a tus clases, tambien, me da pena perderlas. Ya hablamos
Un abrazo y Gracias. Con tu permiso copio esta meditación.
Hola Luzy:
Me alegro que te guste. Permiso, por supuesto, concedido.
Un abrazo.
Hola Javier. Me gusta este ejercicio de meditación que propones. Habrá que ponerse manos a la obra.
Gracias por compartirlo.
Gracias Salva, un abrazote amigo.
Grácias Javier.
Conozco eseos tipos de ejercicios, los práctico y aconsejo a mis pacientes...
Son de una gran creatividad si se es constante en ellos. Hacen verdaderos milagros.
Un abrazo.
Gracias mi admiradisimo Javier por compartir tanta sabiduria.
Estoy practicando la meditacion y me esta sirviendo muchisimo.
Abrazo grande y fraternal.
Hola Javier!
Muchas gracias por compartirlo. Lo voy a poner en práctica!
Un abrazo,
Flor.
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