domingo, 28 de diciembre de 2008

AMAR AL PRÓJIMO: PALABRAS DE CRISTO Y DE BUDA.

Ama al prójimo como a ti mismo. Es el mandamiento principal de Cristo. Este mandamiento positivo puede interpretarse en un sentido literal: ama al prójimo como a ti mismo porque esa persona es una manifestación de la conciencia, igual que tú. Amarla como a ti mismo, sencillamente ver la realidad, poner fin a la ilusión de tu identidad aislada. Buda expresa un concepto casi análogo en el Dhamamapada cuando dice: Considera a cada ser como a ti mismo. Palabras de Buda y de Cristo que nos conducen al verdadero camino de la fraternidad, de la compasión y del desprendimiento del ego.

sábado, 6 de diciembre de 2008

EL HESICASMO Y LA FILOCALIA: UN MODELO BUDISTA PROPIAMENTE CRISTIANO


Hesicasmo y Filocalia os sonarán muy extraño a la mayor parte de los lectores. Y os preguntaréis que hacen estos términos provinientes del cristianismo ortodoxo en este blog de budismo zen.

Pues os diré que tienen mucha relación. Casi podría decir que encierran en ellos la práctica budista del "aqui y ahora" y de la "compasión" desde una óptica cristiana. Si seguís leyendo veréis que es una valiosa práctica mediativa para aquellos que no practican el budismo o son cristiano-practicantes.

La palabra hesiquía en griego se traduce como estado de tranquilidad, de paz, o de reposo. Quien la posee se encuentra equilibrado, vive en paz y a la vez, calla y guarda silencio. Recuerda a la actitud que Platón afirma corresponde al auténtico filósofo: que se mantiene tranquilo y se ocupa de lo que le pertenece. Y también se ajusta a las palabras del Libro de los Proverbios: el hombre sensato sabe callar ; o al estilo del solitario de quien dice el profeta Baruq: Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor.

En el Nuevo Testamento el mismo Cristo dice a sus discípulos: Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os daré descanso. Aceptad mi yugo y haceos mis discípulos, ya que soy bueno y humilde de corazón, y encontraréis reposo (hesiquía) para vuestras almas pues mi yugo es suave y mi carga ligera. (Mt.11, 28-29).

La hesiquía es la adoración perpetua en presencia de Dios: Que el recuerdo de Jesús se una a tu respiración y pronto te darás cuenta de la utilidad de la hesiquía. La oración ideal es la que elimina los raciocinios y se convierte en una sola palabra (un fin casi idéntico al "mantra" budista).

La unión del recuerdo de Jesús y la respiración será reemprendida por Hesiquio de Batos que ya la llama Oración de Jesús: Si con sinceridad quieres ahuyentar los pensamientos, vivir en quietud, sin dificultad, y ejercer la vigilancia sobre tu corazón debes adherir la Oración de Jesús a tu respiración y pronto lo conseguirás. La unión de respiración y Oración de Jesús en su fórmula desarrollada: Señor Jesús, Hijo de Dios vivo, ten piedad de mí, pecador, constituirá el fundamento del hesicasmo bizantino y de Monte Athos en el siglo XIV.

«Cuando reces, inspira al mismo tiempo, y que tu pensamiento, dirigiéndose al interior de ti mismo, fije su meditación y su visión en el lugar del corazón de donde brotan las lágrimas. Que tu atención permanezca ahí, en la medida en que puedas. Te será de una gran ayuda. Esta invocación de Jesús libera al espíritu de su cautividad, otorga la paz y ayuda a descubrir la oración permanente del corazón por la gracia del Espíritu vivificante en Jesucristo Nuestro Señor».

La Filocalia (término griego que significa amor a lo bello y bueno) está compuesta por una antología de textos ascéticos y místicos recopilados por Macario de Corinto y Nicodemo el Hagiorita. Fue publicada en Venecia en 1782 y se ha dicho de ella que constituye el breviario del hesicasmo.

A finales del siglo XVIII se compila y traduce al eslavo la Filocalia con lo que la tradición hesicasta llegará primeramente a Rusia, luego a Rumania y desde allí a toda la Europa del Este ortodoxa. Su publicación coincide con el renacimiento de la fe ortodoxa en la Grecia del siglo XVIII y al ser traducida al eslavo por Paissy Velichkovsky y al ruso por Ignacio Brianchaninov, en 1857, marcó la renovación del monaquismo oriental. La Filocalia eslava fue utilizada por el gran santo Serafín de Sarov y constituye el núcleo de los Relatos Sinceros de un peregrino ruso a su padre espiritual, obrita que apareció en Kazan en 1870.
Este pequeño libro, que narra la peregrinación de un campesino por las estepas de Rusia invocando constantemente el Nombre de Cristo y hablando a todos de la Oración de Jesús, es probablemente el libro que ha popularizado más este tipo de plegaria tanto en Oriente como en Occidente. Gracias a esta obra la Oración de Jesús, u Oración de Corazón, saltó los muros de los monasterios para pasar a la piedad popular. Alguien ha dicho que ha hecho más por la comprensión entre los cristianos esta obra que un sinnúmero de reuniones teológicas. Recordemos dos textos selectos:
La plegaria de Jesús, interior y constante, es la invocación continua e ininterrumpida del Nombre de Jesús por medio de los labios, del corazón y de la inteligencia (mente, palabra y cuerpo del Budismo), sintiendo su presencia en todas partes y en todo momento incluso mientras dormimos. Se expresa con estas palabras:

¡Señor Jesucristo, tener piedad de mí!

Aquel que se habitúa a esta invocación siente un gran consuelo y la necesidad de decirla siempre; y al cabo de un cierto tiempo ya no sabe estar sin decirla y ella sola nace en su interior.
Siéntate en el silencio y en la soledad; inclina la cabeza y cierra los ojos; respira más suavemente, mira con tu imaginación al interior de tu corazón, recoge tu inteligencia, es decir, tu pensamiento, de la cabeza al corazón. Di mientras respiras en voz baja o simplemente en espíritu: ¡Señor Jesucristo, ten piedad de mí!. Esfuérzate en apartar todo pensamiento, sé paciente y repite este ejercicio a menudo.
¿No es impresionante el gran número de similitudes con el Budismo? Incluso con el Sutra del Corazón. Por eso esta práctica está abierta a todos en un fin común, uniendo oriente y occidente.


lunes, 1 de diciembre de 2008

EL EGOÍSMO "ÉTICO"


Mis queridos amigos y seguidores de este cuaderno de bitácora Zen. Os dejo este post que en su minimalismo expresivo encierra dentro de sí la sabiduría de la felicidad. Que os sirva de reflexión y ejemplo diario como lo ha sido para mi. Sé que no es fácil, pero vale la pena.

Una persona buena es un individuo que vive con ética en su corazón. Una persona buena lleva constantemente en su conciencia la consideración a su semejante. En mí opinión tiene que ver con características positivas. Y la gente buena es todo menos tonta. Al contrario, la gente buena es sabia por que, de forma consciente o inconsciente entiende de lo que se trata: de lo que hacemos por nuestros semejantes lo hacemos también por nosotros mismos.
EL ARTE DE LA BONDAD. Hacer el bien es la clave de la felicidad. Autor: Stefan Einhorn.