Esto es muy difícil de explicar, porque el budismo no acepta un alma (Atman) dentro de la persona. Sin embargo, decimos que si uno realiza buenas acciones, obtiene buenos resultados y viceversa. La forma de explicar esta aparente paradoja es decir que el budismo acepta tanto la identidad y la diversidad. Hay una continuidad pero la mente y la materia a lo largo del tiempo no son idénticas. En cada momento, una nueva mente y materia surge y cesa. Entonces, hay algo como continuidad pero aquello que continúa no es idéntico a lo que existió antes; nada de este momento pasa al próximo momento. Así, en un sentido final, no hay hacedor del karma ni experimentador de los resultados; no hay hacedor por encima y más allá del hacer ni experimentador por encima o más allá de la ocurrencia del resultado. Aparte de la acción, no hay nadie que podamos llamar el agente de la acción. En lenguaje convencional, por supuesto, tenemos que decir que los seres obtienen los resultados del buen o mal karma, pero el término "ser" es simplemente un modo del lenguaje usado por conveniencia. Esto es lo que explica el Budismo, especialmente el budismo Theravada.