domingo, 30 de agosto de 2009

THE DIRECT HELP FOUNDATION.



He estado en Nepal y puedo dar fe de la dura realidad que se vive en ese maravilloso país. Pero gracias a ONGs y fundaciones humanitarias se están promoviendo acciones solidarias del máximo interés. Una de ellas es The Direct Help Foundation, una Fundación que trabaja en y por Nepal desde el año 2000. Con base en Katmandú, desarrolla diversos programas de ayuda entre los que destacan:
La acogida de niños y niñas huérfanas, o en situación extrema, en una casa que les sirve de hogar, cubriéndose todas sus necesidades básicas así como su escolarización.
La escolarización de niños y niñas en la zona rural en el entorno del valle de Katmandú; niños, cuyas familias no pueden siquiera pagar la cuota escolar mensual, o comprar el uniforme.
La alfabetización de mujeres tanto en Katmandú como en la zona rural a través de una red de voluntarios nepalíes. Fuera de la ciudad, esta iniciativa se imbrica en un programa más amplio de desarrollo rural, abarcando el apoyo a la construcción de infraestructuras básicas. La principal fuente de ingresos de TDHF proviene del apadrinamiento de niños. “Un niño, un esponsor”, que a través de una cuota mensual, cubre todos los gastos. Sin embargo, suele ocurrir que hay más niños que esponsor, o que se inician proyectos que no tienen una financiación asegurada.
Para ello se inició un taller de inciensos, con el objetivo de generar ingresos de una forma alternativa y complementaria a la esponsorización, pero también con la premisa de ofrecer un producto de la más alta calidad que equipare el placer de su aroma con la satisfacción de la ayuda proporcionada.

Si usáis inciensos de forma habitual sería una buena opción que lo hicierais a través de la Fundación, pues con ello estaréis contribuyendo a una causa noble y muy necesaria.

También podéis optar por apadrinar un niño. Para nosotros es poco… para ellos vale muchísimo. Os dejo la web por si queréis informaros.

http://tdhf.ibernet.com


lunes, 17 de agosto de 2009

EL BUDISMO SEGÚN JORGE LUÍS BORGES.


Esa longevidad (la del Budismo) puede explicarse por razones históricas, pero tales razones son fortuitas o, mejor dicho, son discutibles, falibles. Creo que hay dos causas fundamentales. La primera es la tolerancia del budismo. Esa extraña tolerancia no corresponde, como en el caso de otras religiones, a distintas épocas: el budismo siempre fue tolerante.

No ha recurrido nunca al hierro o al fuego, nunca ha pensado que el hierro o el fuego fueran persuasivos. Cuando Asoka, emperador de la India, se hizo budista, no trató de imponer a nadie su nueva religión. Un buen budista puede ser luterano, o metodista, o presbiteriano, o calvinista, o sintoísta, o taoísta, o católico, puede ser prosélito del Islam o de la religión judía, con toda libertad. En cambio, no le está permitido a un cristiano, a un judío, a un musulmán, ser budista.

La tolerancia del budismo no es una debilidad, sino que pertenece a su índole misma. El budismo fue, ante todo, lo que podemos llamar un yoga. ¿Qué es la palabra yoga? Es la misma palabra que usamos cuando decimos yugo y que tiene su origen en el latín yugu. {...}

Un yugo, una disciplina que el hombre se impone. Luego, si comprendemos lo que el Buddha predicó en aquel primer sermón del Parque de las Gacelas de Benares hace dos mil quinientos años, habremos comprendido el budismo. Salvo que no se trata de comprender, se trata de sentido de un modo hondo, de sentido en cuerpo y alma; salvo, también, que el budismo no admite la realidad del cuerpo ni del alma. {...]

Una de las desilusiones capitales es la del yo. El budismo concuerda así con Hume, con Schopenhauer y con nuestro Macedonia Fernández. No hay un sujeto, lo que hay es una serie de estados mentales. Si digo "yo pienso", estoy incurriendo en un error, porque supongo un sujeto constante y luego una obra de ese sujeto, que es el pensamiento. No es así. Habría que decir, apunta Hume, no "yo pienso", sino "se piensa", como se dice "llueve". Al decir llueve, no pensamos que la lluvia ejerce una acción; no, está sucediendo algo. De igual modo, como se dice hace calor, hace frío, llueve, debemos decir: se piensa, se sufre, y evitar el sujeto.

Para mí el budismo no es una pieza de museo: es un camino de salvación. Jorge Luís Borges.

martes, 11 de agosto de 2009

MUNDO DE FANTASÍAS.


“Piaget encontró que los niños comprenden por primera vez aproximadamente a los cinco años de edad que ellos crean sus propios sueños, y no una influencia externa. La meditación es así. También ayuda a los meditadores a descubrir cuánto de su propia incomodidad surge desde adentro. Poco a poco, se va viendo que el sufrimiento es causado por uno mismo, es el producto de un ego que construye su propio mundo de fantasías, ilusión y engaño.” James H. Austin, Zen y el Cerebro.