jueves, 18 de septiembre de 2008

¿POR QUÉ DEBEMOS "SER BUENOS"?

El divulgador y escritor budista Sherwin L. Byron ha dejado escritas unas sabias recomendaciones sobre el “porqué” de la necesidad de la bondad humana, de “ser buenos” con oposición a ese nihilismo existencial que impera hoy en día. Son unos consejos que todos deberíamos meditar.
Que los disfrutéis como yo lo he hecho.

· Intencionalidad: método para evaluar conductas
· Acción moral e inmoral
[...] Uno de los factores principales en la toma de decisiones de este tipo, y que, en última instancia, determina si nuestras acciones son moralmente correctas o incorrectas es la intencionalidad. Si la intención de la persona es obrar bien, la acción puede considerarse moral. Pero si, por el contrario, la intención es mala, diremos que se trata de una acción inmoral.

· Regla básica universal: ponerse del lado del otro
· Otroísmo como filosofía de la vida
Puesto que tener muchas reglas puede crear confusión, la mayor parte de las tradiciones religiosas han tratado de sintetizarlas en una única regla que determine el comportamiento moral del individuo, una regla básica que pueda aplicarse a toda decisión ética. Esta simple regla es conocida propiamente como la Regla de Oro: “Haz a los demás lo que te gustaría que ellos te hicieran a ti”. Variaciones de esta regla podemos hallarlas en el Nuevo Testamento, en el Talmud, en las enseñanzas de Confucio o Aristóteles, en el Corán y en muchos otros libros sagrados.
Los filósofos llaman a este enfoque “reversibilidad”. En otras palabras, póngase en el lugar de los demás e imagine cómo se sentiría si, en lugar de ser el agente de su acción, la consecuencia directa de ésta recayera en usted.

· Compasión y empatía
· Desarrollo de un verdadero amor
La empatía es la base de las relaciones éticas porque emotiva a la gente a poner en práctica los valores morales a través de sus obras. La empatía abre la puerta que nos hace compartir el dolor y la alegría de los demás; ayuda a establecer y a estrechar la comprensión mutua y las relaciones interpersonales. La empatía es el ingrediente fundamental del más preciado valor del ser humano: el amor.
· Ética y conducta moral social
· Importancia de los hábitos y costumbres

Hay personas que consideran que la ética consiste en obedecer las convenciones sociales. La raíz etimológica de la palabra “moralidad” es mores, voz latina que significa “costumbre”. En este sentido, las normas éticas no son más que el conjunto de hábitos y costumbres de una sociedad o grupo social aceptados por convención. Desde esta perspectiva, llevar una conducta ética significa seguir las normas propias de la sociedad en que se vive. Así pues, dado que la garantía de continuidad de una sociedad es la conformidad de sus integrantes con los valores que la identifican, cualquier sociedad privada de normas que gobiernen la conducta moral, se desmoronaría rápidamente.

· Egoísmo y responsabilizar a los otros
· Necesidad de la madurez humana

[...] Vivir éticamente, ser moralmente bueno, implica potenciar activamente nuestra voluntad. De no hacerlo, responsabilizaremos a los demás de nuestros errores, problemas y desgracias –reales o imaginarios–, adoptando una actitud victimista. Hacer de nuestra vida una obra de arte implica madurez moral, lo que requiere ser conscientes y responsables de las decisiones que tomamos.
Seguiremos en otros post con los sabios consejos de Sherwin L. Byron ("¿Por qué ser bueno"?).
Ahora os aconsejos visitar: www.tantrayana.blogspot.com en donde hay un post muy interesante sobre “cómo calmar las emociones negativas”.

viernes, 22 de agosto de 2008

ACCIDENTE AÉREO DE MADRID Y LA FALTA DE HUMANIDAD DEL COI

Estimados amigos:
Os incluyo correo electrónico recibido por un blogger que es una certera crítica a la falta de humanidad, sensibilidad y moral del Comité Olímpico Internacional:

" Javier, me sumo desde el otro lado del charco, al dolor del pueblo español.
Ademas quería mostrar mi indignación por lo que vas a leer a continuación:
Ante la tragedia ocurrida en Barajas con la explosión y colisión de un avión, con una cifra tremenda de muertos y heridos, las actitudes que demuestran falta de humanidad y comprensión con el dolor se hacen molestamente visibles.
El equipo olímpico español, solicitó ayer al conocer la tragedia del vuelo JKK 5022 de Spanair, que las banderas del país que representan, ondeasen a media asta.
Pues bien. Un gesto que es comprensible con el dolor imprevisto de los que sienten que en "su casa" han muerto 153 personas y hay heridos en el borde de la muerte o con daños terribles, no es compatible con "el espíritu olímpico".
El Comité Olímpico Internacional ha prohibido a los deportistas españoles poner sus banderas en señal de duelo y luto por lo ocurrido.
¿Cómo?
¿Quién va a negar algo así?
El CIO, o COI, o como quieran llamarse ahora.
La razón argumentada es que también a Georgia, país que se ve en mitad de una guerra, iniciada hace días, se les había negado eso mismo, al poder ser molesto para su atacante... la poderosa Rusia.
Se podía entender como un gesto político, dijeron, y eso impidió que a Georgia se le permitiera.
¿Pero cómo podría verse política en la muerte en accidente de 153 personas?
¿Cómo cuando se habla de una tragedia con víctimas y sin agresores?
Nadie se explica como han podido prohibir ese gesto, que puede ser también inútil al no salvar ninguna vida, pero que sirve para que la gente exprese el dolor que sienten en empatía con los que aquí están pasando horas en el Tanatorio del IFEMA... y es un gesto que a nadie hace daño.
No contentos con semejante aberración en la que se han dejado lo que tuvieran de empatía con el dolor humano, olvidado junto a sus conciencias en algún recóndito y oscuro lugar, también han decidido advertir a los deportistas españoles que no pueden llevar señal alguna de luto, como un lazo o un brazalete, en ninguna de las competiciones que se celebren.
¡En lugar de ofrecer su consuelo, prohíben que expresen el dolor!
Paz
Ezequiel"
El vuelo siniestrado el pasado 20 de agosto en Madrid es el JKK 5022 de la compañía Spanair y se dirigía a Gran Canaria. Spanair lo confirma en su sitio web y coloca los datos para la información sobre el accidente. En el avión viajaban 164 pasajeros y 9 tripulantes. Al parecer, algunos heridos evolucionan favorablemente. RUEGO A MIS LECTORES, AMIGOS O ENEMIGOS, CREYENTES O ATEOS, UNA ORACIÓN-PENSAMIENTO-DESEO O SIMPLE PALABRA DE AMOR POR LAS VÍCTIMAS Y SUS FAMILIARES. En vuestra oraciones a Dios pedid por ellos y los budistas lo harán en sus meditaciones pidiendo "luz clara" en su transición ("bardo"). Y no estaría de más escribir una carta al COI expresando nuestra más absoluta repulsa por su prohibición al lazo negro por este accidente. Si se permite incluso que atletas femeninas islámicas lleven vestimenta deportiva propia de su religión, ¿por qué esta absurda prohibición que ni siquiera tiene tintes políticos?

miércoles, 20 de agosto de 2008

CATÁESTROFE AÉREA EN MADRID: SOLICITO VUESTRAS ORACIONES

Un avión de Spanair ha sufrido hoy miércoles 20 de agosto, un aparatoso accidente al despegar en la T-4 del aeropuerto de Barajas (Madrid - España). La cifra de muertos es de más de 140, según informa El Mundo. Sólo 23 personas habrían salido con vida. Foto publicada en el diario español El Mundo por uno de sus lectores, Steve Bayssat:
http://www.elmundo. es/albumes/ 2008/08/20/ tragedia_ barajas/index. html
El vuelo siniestrado es el JKK 5022 de la compañía Spanair y se dirigía a Gran Canaria. Spanair lo confirma en su sitio web y coloca los datos para la información sobre el accidente. En el avión viajaban 164 pasajeros y 9 tripulantes. Al parecer, algunos han podido ser evacuados con rapidez.
RUEGO A MIS LECTORES, AMIGOS O ENEMIGOS, CREYENTES O ATEOS, UNA ORACIÓN-PENSAMIENTO-DESEO O SIMPLE PALABRA DE AMOR POR LAS VÍCTIMAS Y SUS FAMILIARES.
En vuestra oraciones pedid por ellos y los budistas lo harán en sus meditaciones pidiendo "luz clara" en su transición ("bardo").

lunes, 18 de agosto de 2008

UN CUENTO ZEN

Chiyono era una mujer bella.
Aunque en su interior atesoraba el amor más puro y hermoso, la mayoría de los hombres que se acercaron a su vida buscaban disfrutar del deseo que les despertaba la perfección de su cuerpo.
Y Chiyono descubrió que no había hombre que pudiera corresponder a su amor; que el único amante que podía ver lo que los ojos velaban era el amor divino. Y vagó de monasterio en monasterio, y en todos recibió la misma negativa. Su belleza sólo podría alterar la tranquilidad de los monjes, y hasta era posible que consiguiera con su sola presencia que más de uno abandonara la austeridad y el silencio.
Chiyono, cansada de ser valorada sólo por su aspecto, deformó su cuerpo sometiéndolo a dolorosas quemaduras. Su rostro, de piel aterciopelada y blanco perla, era ahora carne viva y purulenta. Tras recuperarse de sus heridas, decidió volver a visitar los monasterios que antes le habían cerrado sus puertas.
Al ver su aspecto y conocer el porqué de su estado, los monjes aceptaron respetuosamente su presencia y valoraron su deseo de volcar su vida al despertar divino.
Cuando pudo por fin dedicarse a lo que quería, estuvo años -década tras década- realizando las mismas rutinas, pacientemente, intentando mantenerse alerta a las indicaciones de los maestros y a sus propias experiencias. Su vida era bien sencilla; pero había aprendido que no eran las actividades en sí las que daban plenitud y sentido a la vida, sino la actitud con que éstas se realizaban.
De sus maestros había aprendido también a observarse al caminar… al fregar el suelo… al preparar la comida… al meditar sentada frente a un muro carente de objetos… Observaba su aburrimiento, su tristeza, su ira, su sueño… y sabía que en la realidad iluminada nada de esto era de ella… Si se aburría, se decía: “el aburrimiento está pasando por mí”… Si reaccionaba con ira, no la reprimía ni justificaba; se observaba y se decía: “la ira está pasando por mí”.
Y así estuvo años y más años, intentando ir más allá de la aparente repetición de la rutina, para descubrir la cualidad de frescura y espontaneidad que tenía, no lo acción en sí (fuera o no fuera nueva), sino la vivencia constante en el eterno presente.
Una noche, realizando una de las tareas propias de su rutina, fue a buscar agua a un pozo cercano. Tras llenar el destartalado cubo, se dispuso a llevarlo con calma y cuidado para no perder parte de su preciado contenido durante el camino. La noche, de nubes y claros, estaba tenuemente iluminaba por el resplandor de una hermosa luna llena. Chiyono alternaba su vista en el suelo, la Luna y el reflejo oscilante de ésta en el agua del balde.
De repente, mientras observaba el reflejo de la luna en el agua, tropezó, cediendo las asas y rompiéndose al impactar contra el suelo.
Durante unos instantes, la monja Chiyono permaneció inmóvil, observando los restos del cubo y cómo el agua se filtraba poco a poco en las porosidades del suelo… Luego, miró directamente a la luna… Y en ese sencillo percance, tras años de esfuerzo, paciencia y tenacidad, Chiyono se iluminó.
Rememorando lo que sintió en ese instante, escribió:
De un modo y otro traté de mantener el cubo íntegro, esperando que el débil bambú nunca se rompiera. De repente, el fondo se cayó. No más agua; no más reflejo de la luna en el agua: vaciedad en mi mano.

sábado, 19 de julio de 2008

LOS 14 PRECEPTOS DEL MAESTRO BUDISTA THICH NHAT HANH

Si intentaramos seguir estos consejos, otro mundo tendríamos, ¿no estáis de acuerdo? Meditar sobre ellos y ponerlos en práctica abre las puertas a la verdadera felicidad. Porque la verdadera felicidad es ver felices a los demás y compartir con ellos este sentimiento. El Budismo nos ofrece, desde la tolerancia como fundamento, unas enseñanzas magníficas para ayudarnos a vivir en plenitud.

1. No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso a las budistas. Todos los sistemas de pensamiento son medios de guía; no son la verdad absoluta.

2. No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el mundo en todo momento.
3. No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y la estrechez.
4. No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.
5. No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.
6. No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio, practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.
7. No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.
8. No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.
9. No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas. No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.
10. No uses a la comunidad Budista para ganancia o provecho personal, ni transformes tu comunidad en un partido político. Una comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la situación sin engancharse en conflictos partidarios.
11. No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás de su oportunidad de vivir. Elige una vocación que ayude a realizar tu ideal de compasión.
12. No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.
13. No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.
14. No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo sólo como un instrumento. Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritu) para la realización del Camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En las relaciones sexuales, sé conciente del sufrimiento futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente conciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al cual estás trayendo nuevos seres.
No creas que yo siento que sigo todos y cada uno de estos preceptos perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin embargo, debo trabajar hacia una meta. Esta es mi meta. Ninguna palabra puede reemplazar a la práctica, sólo la práctica puede hacer a las palabras. ¿Lo intentamos?

sábado, 28 de junio de 2008

VIDA ZEN...SIN NECESIDAD DE SER MONJES.


Hay 12 puntos fundamentales y básicos para llevar una vida parecida a los monjes Zen sin necesidad de tener que convertirse en uno de ellos:

1. Una cosa cada vez. Es parte de la vida de un monje Zen, una tarea, nada de multitareas. Un proverbio Zen dice “cuando camines, camina. Cuando comas, come

2. Hazlo pausadamente y con propósito. Aunque hagas una cosa cada vez, pueden realizarse aleatoriamente y con precipitación. Por el contrario tus acciones deberán ser razonadas y realizadas con pausa, así ganarás en concentración.

3. Hazlo de forma plena. Centra tu mente en la tarea y complétala antes de pasar a la siguiente. Si algo queda inacabado, aparta la tarea completamente no dejando ningún resquicio. Si preparas un bocadillo, no lo comas hasta que hayas recojas y limpiado todo lo que utilizaste para prepararlo.

4. Haz menos. Un monje Zen no tiene una vida perezosa. Se levanta pronto y trabajada durante todo el día, pero no genera una lista de tareas sin acabar. Realice las tareas que realice serán esas y ninguna más. Menos tareas significa poner tu atención en ellas y las realizarás plenamente, Muchas tareas programadas hará que saltemos de una a otra rápidamente sin pensar y sin concentrarnos en ellas.

5. Espacia las tareas. Disponer de tiempo entre tareas te ayudará a concentrarte en ellas y te facilitará completarlas. Una programación relajada ayudará a finalizar tareas que se alarguen disponiendo del tiempo que necesario para finalizarlas.

6. Desarrolla rituales. Los monjes Zen tienes sus propios rituales para las tareas que realizan, desde comer a limpiar o meditar. Eso les ayuda a darles la máxima atención y a que sean realizadas, con pausa, correctamente. No tienes que seguir ningún ritual, crea tus propios para cada tarea que realices, preparar comida, limpiar, despertarse o acostarse o hasta como preparase para el ejercicio.

7. Asigna tiempo para ciertas tareas. Hay tareas diarias que requieren un horario específico. Determina el tiempo para el aseo, para trabajar, para limpiar o para comer. Esto asegura que las tareas sean realizadas regularmente. Si para ti una tarea tiene la importancia suficiente para realizarse con regularidad, asígnale el tiempo necesario.

8. Dedica tiempo a sentarte. Una parte fundamental de la vida del monje Zen es la meditación sentado (zazen). Esto requiere designar un tiempo simplemente para sentarse. La meditación es práctica ayuda a encontrase pero no hay por qué realizarla cuando estés sentado. Hacer ejercicio puede ser una buena práctica para centrarse en uno mismo, cualquier actividad te pude ayudar a encontrarte.

9. Sonríe y ayuda a los demás. Los monjes Zen dedican parte de su día al servicio a los demás. Esto enseña humildad y aleja el egoísmo de sus vidas que se orientan al servicio. Dentro de la familia o fuera puedes dedicar ese tiempo a los demás. De igual forma sonreír y ser amable con todo el mundo ayuda a mejorar la vida de los que te rodean. Considera unirte al trabajo voluntario de caridad.

10. Haz que limpiar o cocinar sean parte de la meditación. Además de la meditación zazen, limpiar y cocinar son partes importantes del día de un monje Zen. Pueden resultar ensalzantes al realizarlas cada día como practica del auto-conocimiento. Si para ti son aburridas, intenta hacerlas parte de la meditación, concéntrate en ellas, hazlas pausada y plenamente, tu día cambiara plenamente (y tu casa estará más limpia).

11. Piensa qué es necesario. Hay muy poco en la vida de un monje Zen que no sea necesario. En su armario no hay prendas exclusivas, ni muchos zapatos, nada de instrumentos tecnológicos, coches o comida basura (su dieta es vegetariana). No es necesario vivir como un monje Zen pero nos tiene que servir para recordar que hay muchas cosas en la vida que no son necesarias, y es interesante pensar que necesitamos realmente en nuestra vida y que cosas son necesarias.

12. Vive de forma sencilla. Es el corolario de la regla 11, si no es necesario, puedes vivir sin ello. Libérate de aquello que no sea necesario o esencial. Para cada uno, esto será diferente, familia, lectura, ejercicio o lo amigos pueden ser algo esencial en tu vida. Decide que es lo más importante para ti y hazle hueco en tu vida eliminando lo que no sea esencial.

viernes, 13 de junio de 2008

CONSEJOS ZEN

Estos consejos divulgados por la maestra zen Brenda Shoshanna, encierran profundos principios que deben ser meditados y aplicados a la vida diaria para llevar una existencia más feliz:

1. No se apoye en los demás. No se apoye en nada.
2. Mantenga la espalda siempre bien derecha, pues conecta el cielo con la tierra.
3. No se ponga usted en las nubes y a los demás bajo tierra; todos somos uno.
4. Esta respiración no volverá a parecer, obsérvela atentamente.
5. No podemos detener el ruido, pero podemos detenernos a nosotros mismos. Podemos aceptar el ruido.
6. Lo que usted es en este momento contiene todo el mensaje de lo que ha sido.
7. Todos los sitios son el sitio correcto.
8. No se ponga otra cabeza encima de la que ya tiene. ¿Que tiene de malo la suya?
9. Ir a algún sitio no le lleva a ninguna otra parte.
10.No hacer nada es más que suficiente. Las flores crecen por si mismas.