domingo, 7 de abril de 2013

MANTRAS


El domingo 7 de abril hemos tenido el privilegio de haber tenido en la Escuela Internacional de Yoga Tibetano y Meditación “Lhakhang Gongpa” de Vigo al Ven. Lama Thubten Wangchen, miembro del gobierno tibetano en el exilio y presidente fundador de la “Casa del Tíbet” de Barcelona, además de ser monje y consejero en el monasterio de S.S. El Dalái Lama en Dharamsala (India). Impartió una clase magistral sobre mantras, con práctica incluida, para los alumnos y amigos de esta escuela de enseñanza. Con su estilo afable y cercano llegó al corazón y la mente de todos los asistentes.
Los futuros instructores de Yoga Tibetano que en julio terminarán su formación básica recibieron además la “kata” (o khatag) tibetana y las bendiciones del lama. La "kata" es un símbolo de bienvenida y reconocimiento mutuo entre quien la ofrece y quien la recibe. Se trata de una pieza alargada de tela blanca, generalmente seda, que se coloca en el cuello y descansa sobre los hombros. Es también un símbolo de ofrenda y una señal de respeto y compromiso espiritual.
Al finalizar el acto se le hizo entrega al Ven. Wangchen de una placa-metopa conmemorativa, de los manuales de enseñanza e instrucción del Curso de Instructor de Yoga Tibetano y de diversos obsequios de agradecimiento por parte de algunos alumnos.
Nuestro agradecimiento eterno al lama y también nuestra gratitud a Antonio Cigarrán y a la “Asociación Tíbet-Galicia”, por haber hecho posible este evento. Nosotros solo pusimos los locales de la Escuela y nuestros corazones abiertos a las sublimes enseñanzas de este insigne maestro.
Gracias por último también a todos los que habéis acudido hoy a este acto, “abarrotando” la sala de prácticas de nuestro centro.
¡Tashi Derek! ¡Chinlop!

 

viernes, 5 de abril de 2013

ENSEÑANZAS DE UN LAMA


¡GRACIAS, LAMA WANGCHEN! 
Porque en la conferencia impartida en el Centro Cívico de Teis (Vigo) ante el concurrido auditorio, nos has enseñado a todos con la frescura de una mente "no-local" y tu luz ha iluminado rincones oscuros de nuestras consciencias. Y todo ello perlado de diáfanas sonrisas y de un sentido del humor que solo los "hombres-niño" saben manifestar en su estado puro. Sabiduría y experiencia, humildad y compasión. ¡Gracias, maestro! Ha sido un honor haber compartido mesa, charla y presencia contigo. 
El domingo tendremos el privilegio de tenerte en la Escuela de Yoga Tibetano de Vigo, donde impartirás una enseñanza sobre mantras y meditación a mis alumnos. Lamas-maestros como tu sois enseñanza viva del Buda y del Dharma, sin artificios ni falsos egos. 
En tus palabras, gestos y actitudes comprobé que sigue viviendo mi entrañable y "loco" maestro de Yoga Tibetano Tulku Tchering, que "trascendió" en 1990 pero que me dejó tantas semillas que sembrar...
Tu, Ven. Thubten Wangchen me llamaste hoy como él lo hacía: "Hermano". Por encima de túnicas, alzacuellos o símbolos supiste aclarar que solo existe la "consciencia sutil" y que para alcanzarla debemos entregarnos al altruismo y desarrollar la compasión universal (bodichitta). Un camino común a todas las religiones y a todos los seres humanos. 
Y no quiero dejar de agradecer la presencia a este acto de tantas personas, a la "Asociación Tíbet-Galicia", precursora de este evento y a mis alumnos de Yoga Tuibetano y meditación. No os voy a nombrar pero ya sabéis que cada uno lleváis una de las semillas del linaje yóguico que solo os exige una cosa: ¡Práctica continua y compasión "en acción"! 
Que Buda os ilumine el Camino del Dharma y que Cristo os convierta en esos niños que "heredarán en Reino de los Cielos". 
Muchas bendiciones a todos. ¡Tashi delek! 

miércoles, 3 de abril de 2013

LAMA THUBTEN WANGCHEN EN VIGO


CONFERENCIA DEL VEN. LAMA THUBTEN WANGCHEN EN VIGO: 
"LOS BENEFICIOS DEL ALTRUISMO"
El viernes, 5 de abril, a las 19.30 h
Lugar: Centro Cívico de Teis (Camiño Maceiras, s/n)
Intervienen: 
* Ven. Lama Thubten Wangchen (miembro del Gobierno Tibetano en el exilio; fundador de la "Casa del Tíbet" de Barcelona). 
* Javier Akerman (maestro de yoga tibetano, licenciado en psicología y teología; sacerdote anglicano). 
ENTRADA LIBRE. 
El sábado 6 de abril el lama Wangchen impartirá un seminario sobre: "ENSEÑANZAS SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE", en el Hotel 
"Tres Luces" de Vigo. 
Reservas llamando al 699067247 o escribiendo un correo electrónico a: asociaciontibetgalicia@yahoo.es

miércoles, 20 de febrero de 2013

EL “SÍNDROME DEL EMPERADOR": LOS HIJOS TIRANOS


El psicólogo criminalista Vicente Garrido alerta de que los jóvenes han perdido, de forma general, el desarrollo del 'compromiso' y del 'sentimiento de culpa', algo que produce unos efectos 'catastróficos' en aquellos que tienen dificultades para un buen aprendizaje de los principios éticos y puede convertirlos en personas violentas, típico de los casos de “bullying” y del Síndrome del Emperador. Todo son derechos, pocos los deberes. 
El profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia, Vicente Garrido, quien acaba de publicar el libro "Los hijos tiranos: El Síndrome del Emperador", ha comentado que la falta de "compromiso moral" y del "sentimiento de culpa", de los jóvenes tiene efectos "catastróficos" en aquellos que tienen dificultades para un buen aprendizaje de los principios morales y puede convertirlos en personas violentas y maltratadoras. 
Entre las causas que motivan la aparición de este síndrome, el psicólogo señaló unos padres que no tienen "ni tiempo ni las aptitudes adecuadas para imponerse", unos profesores "sin autoridad", y una sociedad "más permisiva" que "valida la perspectiva profundamente egocéntrica" que tienen estos niños. "Se trata de niños que no han desarrollado las emociones referenciales, como el sacrificio, la compasión, la empatía o la piedad, y por tanto no tienen sentimiento de culpa", afirmó Garrido. A su juicio, el "gran error" de esta sociedad ha sido pensar que la conciencia y la culpa "no eran importantes".
El experto explicó que aunque es un problema que tiene una base "genética", éste se multiplica en el contexto actual "por la menor capacidad" de la familia para educar, ya que "no es políticamente correcto adoptar una postura firme con los niños”, y porque la sociedad "fomenta y anima comportamientos permisivos" con los más pequeños. Según Garrido, "el sentimiento de culpa o la conciencia exigen el compromiso, y nos hemos olvidado de que este compromiso es una parte necesaria del desarrollo del ser humano". Aseguró que aunque la mayor o menor capacidad para desarrollar las emociones éticas es algo con lo que se nace, una buena educación puede corregir o ayudar a solucionar el problema. Garrido advirtió de que este tipo de violencia es ejercida por chicos que "no proceden de clases marginales" y "que se supone que no deberían hacer eso", y con ella buscan "poder hacer lo que quieren" y "ser las personas que controlan, a través de la amenaza y el miedo, la convivencia dentro de casa". 
Destacó el importante aumento de este tipo de agresiones y afirmó que en cinco años el número de padres que ha denunciado a sus hijos en España se ha multiplicado "casi por ocho", lo que demuestra "la cantidad enorme de violencia que debe haber detrás" para que éstos se decidan a denunciarlos. 
Con su libro, Vicente Garrido intenta que se "deje de culpar" a los padres por algo en lo que, según dijo, "todos hemos participado". Reclamó finalmente una actuación para atajar la "gravísima situación" que atraviesa la escuela, donde los profesores "se sienten sin autoridad ni capacidad de hacer frente a los problemas de convivencia" y en la que existe "un porcentaje elevado" de acoso y fracaso escolar.
Por supuesto no quiero generalizar, pues hay jóvenes con fuertes compromisos éticos, cívicos y humanitarios. No obstante, el incremento de conductas violentas en un sector importante de la juventud merece un toque de atención y una profunda reflexión por parte de todos. Y por encima de banderas políticas e ideológicas. 
No debemos supeditar las ciencias del comportamiento a las ideas políticas o de lo "políticamente correcto", pues de lo contrario las consecuencias serán cada vez peores. Esta sociedad necesita rearmarse urgentemente de valores éticos para que en las generaciones venideras vaya germinando el fruto de un esfuerzo colectivo que debe empezar hoy. 

¿QUÉ DEBEMOS HACER?

No hay soluciones simplistas ni sencillas, pues el fenómeno es muy complejo, pero podríamos dar algunos pasos, que podrían ser, entre otros: 
Desde la infancia debemos marcar límites a las exigencias de los niños. Éstos deben saber que para conseguir lo que quieren se necesita saber esperar, trabajar, y también que además de derechos también tienen deberes. 
Los padres y educadores deben saber decir “no” cuando es necesario y no deberían sentirse culpables al adoptar esa actitud, pues ser buenos padres no es ceder ante todos los caprichos y demandas de los hijos. 
Los profesores y educadores deben ser investidos de más autoridad, lo que no quiere decir regresar a los tiempos de “la letra con sangre entra”. Pero hay un punto medio entre ambas tendencias. Autoridad no es sinónimo de violencia ni coerción. 
No debemos confundir compromiso ético con compromiso religioso o integrista, como algunos tratan de hacernos entender. Inculcar valores no es inculcar ideas religiosas. 
La socialización de los niños con un aprendizaje en valores éticos y relegando muchas veces la gratificación inmediata de sus reclamaciones y exigencias nos ayudará a formar a personas empáticas y solidarias, no a sujetos antisociales, carentes de resonancia afectiva y profundamente egoístas, individuos que muy probablemente se conviertan el día de mañana en maltratadores o “emperadores tiranos". 
Los niños aprenden por copia de modelos, por patrones repetitivos sobre lo que ven, viven, sienten y escuchan. Por todo ello deberíamos cuidar ese entorno y con el firme compromiso de todas las fuerzas sociales trabajar juntos en pro de una juventud mejor. 
Y aunque sea desde un punto de vista utópico, de un "soñador" con los pies en la tierra, debería fomentarse la meditación "en la compasión" y en los valores humanos desde la infancia; podría ser un antídoto contra el veneno que se extiende inexorablemente en nuestra sociedad. 
“El que es justo es bueno, pero no siempre el que es bueno es justo”.

sábado, 26 de enero de 2013

EFECTO MARIPOSA


Nos hacemos más humanos cuando levantamos la vista de nuestro ombligo para mirar con humildad a los demás a los ojos.
Como norma deberíamos tratar de corregir las pequeñas o grandes heridas que hayamos podido infligir, consciente o inconscientemente, a cualquier ser "sintiente". 
Ejemplos hay muchos en nuestro entorno: esa mala palabra al vecino; ese acto de ira irrefrenable; esas ansias de "cotillear"; ese impulso por destruir la reputación de determinadas personas; los deseos compulsivos de subir por encima de los demás sin importar los medios; la envidia, el resentimiento, el egoísmo, los apegos materiales...
Podemos también corregir muchos errores y defectos gracias a la crítica hiriente de los "enemigos". 
En mi caso os aseguro que soy más consciente de todo lo que puede desencadenar sufrimiento propio y ajeno. Un buen método es la reflexión interior y "pedir perdón" en silencio, al tiempo que nos hacemos la firme intención de reparar el daño producido. Es algo tan sencillo como una llamada telefónica a la persona agraviada, o simplemente no volver a cometer la acción que ha desencadenado el mal cometido. Porque... ¿que ganamos regocijándonos en el dolor ajeno? Todas nuestras acciones, todas, son interdependientes; no hay acciones aisladas. Deberíamos ser conscientes de la enorme responsabilidad que late en cada acción y en cada paso que damos en la vida. 
Una palabra mal dicha, una injuria lanzada con saña no solo ocasiona un perjuicio enorme a la persona que la recibe. Esa persona tiene familia, hijos, gente que depende de él y, con toda seguridad, también tiene sus "cosas buenas", sus virtudes.
Nuestro deseo insano por perjudicarlo puede interferir gravemente en su estado de ánimo y desencadenar un "efecto mariposa" gravísimo del que, en última instancia, hemos sido responsables. 
¿Cómo es eso posible? Pues tu reproche o insulto, por ejemplo, al condicionar su estado emocional, puede haberle hecho más vulnerable y que no preste tanta atención al tráfico mientras conduce su automóvil, porque está "dándole vueltas" a lo que le has dicho. Y de pronto, en un trágico despiste, se empotra contra otro coche o arrolla a un transeúnte. Y todo comenzó con esas palabras envenenadas que tu, yo o cualquier otro pudimos haberle dicho.
Nadie es perfecto pero todos podemos aspirar a ser mejores personas. 
Reflexionemos sobre las implicaciones de nuestros actos y del poder de las palabras. Meditemos analíticamente. 
Porque al igual que la ira, la envidia o las ganas de hacer daño pueden ser el germen de una desgracia, también una buena palabra, una sonrisa, un abrazo o simplemente refrenar un impulso negativo pueden ser sencillas acciones que salven una vida y al mismo tiempo "te salve a ti". 
Nada nos hace más grandes que reconocer lo pequeños que somos en este inmenso Universo, que a su vez intenta comprenderse a si mismo. 
Alimentar el ego con la ira solo traerá destrucción a nuestras vidas. El veneno del odio es la mayor fuerza destructiva de la humanidad. 
Comencemos con un breve análisis de nuestro comportamiento diario seguido de un propósito de cambio. Los resultados pueden ser maravillosos; ahí subyace el "milagro" del cambio global. 
Piensa como te sientes cuando te hacen el daño y recuerda que cuando llegue el momento de tu muerte, cuando te encuentres a solas contigo mismo, tu Conciencia será tu única compañía en esos momentos.
La Luz Clara, Dios o el Vacío que te estarán esperando, pero tu ya te habrás juzgado e impuesto la sentencia correspondiente. 
Karma, Justicia Divina... ¿que más da como denomines a la Responsabilidad que tienes contigo y con el mundo?

miércoles, 2 de enero de 2013

SUERTE, DESTINO Y RESPONSABILIDAD


Cuando alguien me dice: "¡Que suerte tienes!", yo le respondo: No es suerte, es... "agradecimiento". 
Lo que he aprendido, con tropiezos y dolorosos enderezamientos, con luces y sombras, a lo largo de estos años de búsqueda es a: 
* AGRADECER: A Dios todo lo que me ha dado y todo lo que me ha enseñado, me guste o no, gracias a la grandiosa dádiva de libre albedrío. 
* CORREGIR: Errores propios en primer lugar, y los ajenos, cuando estuvo en mi poder mano hacerlo. Porque no hay que obligar ni persuadir, a nadie. 
* AYUDAR: Indiscriminadamente. Sin evaluar merecimienrtos ¿Quién soy yo para juzgar? 
* PERSEVERAR: En el camino emprendido y en mi conducta correcta, aunque no vea el fruto de mis actos de forma inmediata. 
* PERDONAR: Mis ignorancias pasadas y los comportamientos propios que han causado dolor. Porque lo que he recibido en reciprocidad no está causado por las personas ni por Dios, sino por mi mismo. 
* ABRIRME: A la tolerancia y al Amor, aunque no vea la Luz en mi entorno. Yo puedo ser la luciérnaga que atraiga otras pequeñas luminarias perdidas, pero intensamente refulgentes. 
* RAZONAR: Con cerebro y corazón, para no dejarme atrapar en la telaraña sutil del ego y de las creencias fanáticas e interesadas. 
* FLUIR: Vivir aquí y ahora, inmanente, vivo y abierto. Sin miedo a sufrir las consecuencias de tal desafío. 
* MADURAR: Para hacerme más "niño", pues de los niños "es el Reino de los Cielos". 
* RESPIRAR: Inhalar con consciencia y exhalar con la intención de dar vida con mi aliento a todos los seres sintientes. Soy un co-Creador Divino. 
* ESPERAR: Sin prisas, la estación de mi Destino. Siempre sonriente y solícito, sentado en el asiento del Loto, en el vagón que me ha tocado, junto a quienes me acompañan en el "Viaje de mi Realidad". 
* MEDITAR: Es decir, estar "atento" y "presente" hasta el último hálito vital de mi ciclo existencial. Postrarme ante Buda (o lo que es lo mismo, ante mi mente pura y real), sintiéndome así mejor cristiano, ateo o musulmán. 
* ORAR: Hacer de mis palabras un lugar de Amor y de Luz ante Dios, de Unión y Compasión, nunca de odio o separación. Y menos... de acusación o menosprecio. 
El presente se hará más luminoso cuando penetremos en las tinieblas del pasado. El futuro será lo que nosotros sembremos hoy. Por eso no te preocupes del futuro, ocúpate de tu presente. 
¡Tahi delek! ¡Namaste!