jueves, 20 de noviembre de 2014

SER BUENO NO ES SER PERFECTO

Ani Tempa, profesora de yoga tibetano.
“Perfectos malos” fueron Hitler, Stalin, Pol Pot, Mussolini y otros seres que han inundado de dolor y sufrimiento nuestra historia. 
“Imperfectos buenos” han sido Luther King, Ghandi, Mandela y tantos otros conocidos y desconocidos héroes que gozaban de grandes virtudes pero también de algunos "defectos". 
En muchas ocasiones, buscando la “perfección en la bondad” nos olvidamos de dar lo mejor de nosotros y de potenciar nuestro lado de luz. Tratar de iluminar la oscuridad con obstinadas prácticas obsesivas y acciones estériles sólo pueden llevarnos al ostracismo emocional y a la ceguera existencial. 
El evangelista Marcos lo expresa de forma magistral: “Cuando salía para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de El, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios”. (Mc, 10:18)
Según el psiquiatra Prof. Alberti, "el amor que no se expresa se convierte en odio, la alegría que no proporciona gozo se convierte en depresión".

Con miles de defectos o con unos pocos, trata de dar y ofrecer de ti lo mejor. Ahí yace la maestría, la “doma del ego”, la mezcla caótica de colores que la mano del pintor transformará en “algo coherente” y finalmente convertirá en arte. 
No te centres tanto en tus defectos, potencia tus virtudes. 

5 comentarios:

  1. Gracias, querido Antonio. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias Recomenzar! Mi querida amiga!!!

    ResponderEliminar
  3. Mi muy querido maestro y amigo.

    Me sumo a tan importante concepto sobre el adelantamiento constante.

    Te dejo mi abrazo pleno de admiración y aprecio.

    ResponderEliminar

Los mensajes están sometidos a moderación y serán publicados tan pronto los administradores lo aprueben.
He incluido "verificación de palabra" para evitar mensajes o comentarios "spam". Ruego disculpe esta pequeña molestia. Gracias por el comentario. Un saludo cordial.